jueves, 29 de marzo de 2012

Los More-Nazis Se Toman Pasto

Tristemente, el tema del racismo es tan viejo como otros males de la humanidad, siendo uno de los más injustificables, y como el deporte es de alguna forma reflejo de lo que vive una sociedad, este flagelo no podía ser ajeno al mundo deportivo. Escándalos en el deporte han existido muchos, pero algunos en particular se han teñido gravemente por el tema racial.

Por suerte, atletas de raza negra por ejemplo, se han cansado de escribir una y otra vez gloriosas páginas en la historia deportiva del mundo moderno, nombres como Jesse Owens (Atleta Norteamericano que ganara varias preseas doradas en Berlin 1936 causando la indignación y la posterior retirada del estadio olímpico de Hitler), Mohamed Ali (el mejor boxeador de la historia), Michael Jordan (el mejor basquetbolista de la historia), Edson Arantes Do Nascimento “Pele” (uno de los 3 mejores futbolistas de la historia), Tiger Woods (el mejor golfista de la historia) o Usain Bolt (el hombre más rápido de la historia) son apenas una pequeña muestra de lo que esta raza ha logrado con sacrificio y mucho talento.

Pero irónicamente en países como Estados Unidos, tierra de libertad y oportunidades, el racismo extremo ha dejado ingratos y dolorosos recuerdos grabados en lo más profundo de su  historia, pues fue practicado con devoción por siglos en muchos de sus estados, especialmente en algunos del sur del país, aunque aún hoy no ha desaparecido; al mismo tiempo, El Viejo Continente que se jacta de ser la cuna de la cultura y el conocimiento moderno, se ha destacado en diversas oportunidades por originar en muchos de sus países, escandalosos episodios condimentados de violencia racial contra todo tipo de indeseados visitantes sean estos latinos (sudacas), árabes, negros, gitanos o judíos. El racismo aún después de tantos tristes sucesos pagados con sangre, sigue vigente, y el fútbol como una pasión de multitudes no se ha podido librar de su presencia.

Es bien conocido que futbolistas de primer nivel como Thierry Henry, Patrice Evra, Roberto Carlos o Samuel Eto´o han sido víctimas de burlas e improperios racistas desde las tribunas de conocidos estadios en Europa, y peor aún dentro de las mismas canchas de estos colosos por parte de algunos de sus propios colegas. Recientemente el caso más sonado se dio a finales de 2011 entre Luis Suarez (jugador del Liverpool y de la selección de Uruguaya) quién fue acusado de insultos racistas por parte de Patrice Evra (Marcador del Manchester United y jugador de la selección Francesa) quien aseguró que el charrúa lo había agredido verbalmente con este tipo de ofensas en un partido de la Premier League, como consecuencia de esto Suarez fue suspendido 7 fechas de la liga y multado con una suma de 40.000 libras (48.000 euros) por conducta antideportiva, todo un precedente para que estas situaciones no se repitan y menos, se generen desde la propia cancha entre los protagonistas del espectáculo.

Y aunque con multas, sanciones y hasta campañas educativas la FIFA ha buscado sentar bases más dignas para el fútbol en todas sus competiciones, el fenómeno de la segregación sigue demostrando que se alimenta de la ignorancia y que además sigue aferrado a algunos dementes que lo adoptan como su forma de vida y como el credo con el que se sienten realizados en su mundo irracional.

Desafortunadamente Colombia que copia todo lo que ve, fue protagonista también hace unos pocos días de un escándalo de esta índole en el partido que jugaban por la 8va fecha de La Liga Postobon I, el Deportivo Pasto y Equidad Seguros, cuando desde la tribuna pastusa bajaron repetidamente insultos racistas contra algunos jugadores del equipo asegurador como Carmelo Valencia y Dhawlin Leudo, ambos de raza negra.

Los denuestos se manifestaron a través de palabras y ruidos guturales emulando el sonido de gorilas, con la intención de agraviar a los jugadores negros del equipo bogotano durante el desarrollo del encuentro.  Fue tal el nivel de insultos que en un pasaje del juego, el capitán de los verdes Jhon Viáfara, instó tanto a sus compañeros como al árbitro del compromiso Juan Carlos Gamarra, a suspender el partido y a retirarse de la cancha como protesta y en rechazo absoluto a estas manifestaciones antideportivas y antisociales por parte de los hinchas locales.
Hinchas del Deportivo Pasto.
En vista de la situación, el cuarto árbitro tuvo que hacer un llamado por los alto parlantes del estadio La Libertad para que los desadaptados que habían generado el molesto suceso, recapacitarán bajo la amenaza inminente de que si no se ponía fin a las ofensas de índole racista, el partido terminaría suspendido con las consecuencias del caso para el equipo del Galeras; una vez acontecido este llamado de atención, la gente recuperó la cordura y el partido terminó con un 3-1 a favor del Deportivo Pasto, algo que al final fue una simple anécdota estadística en medio del suscitado malestar de los jugadores y el cuerpo técnico visitante.

Sin embargo, el escándalo en realidad se dio a conocer para todo el país al día siguiente cuando el equipo de Alexis García retornó a la capital y se hizo ampliamente conocido el impase por los diversos medios de comunicación; la secuela más notable de todo el tema se originó a los pocos días, con la imposición de una histórica sanción económica al Deportivo Pasto por el vergonzoso comportamiento de sus hinchas. La multa impuesta por la Comisión Disciplinaria de la Dimayor estuvo por el orden de los 11 millones de pesos, amparándose en el código único disciplinario de la Fedefútbol en su artículo 104, que reza: “El que mediante actos o palabras humille, discrimine o ultraje a una persona o a un grupo de personas en razón de su raza, color de piel, idioma, credo u origen, de forma que atente contra su dignidad humana será suspendido de 5 (cinco) a 10 (diez) fechas. Si los partidarios de un equipo cometen una de las infracciones mencionadas en el presente artículo, se sancionará al club afectado sin que se le impute una conducta u omisión culpable, con una multa en cuantía de veinte (20) a cuarenta (40) salarios mínimos mensuales legales vigentes”.

Esta medida, que actúa en concordancia con el reglamento del torneo, la constitución misma de Colombia y con el sentido común para vivir en una sociedad más equilibrada, en un país tan violento, tuvo increíblemente como respuesta desde la tierra del Cuy una posición de víctima y no de victimarios, alegando que una vez más todo lo expresado por la prensa del país entero y la posterior sanción al equipo Nariñense, no era más que otra nueva persecución al equipo pastuso, algo que realmente causa más indignación que los mismos insultos lanzados de las gradas aquel domingo 18 de marzo. En todo caso, el equipo del profesor Flavio Torres, apeló en primera instancia la sanción, sin embargo este lamentable hecho no puede girar en torno a la multa impuesta, sino a la causa de todo el bochorno.
Seguidor Del Nacional Socialismo Latino.
Lo que resulta más sarcástico es que el censo general de población del DANE en 2005, identificó como blanco y mestizo el 86%, indígena el 3,4% y como  afrocolombiana el 10,6% de la población. Con esta composición y conociendo las raíces étnicas nacionales, resulta estrambótico que en esta patria con tan variada mezcla racial, ahora se encuentren escondidos detrás de una mazorca o un tamal y camuflados en la mitad de una tribuna, algunos sinvergüenzas que habiendo nacido en San Juan de Pasto, Bogotá, Medellín, Cali, Ibagué, Cúcuta, Tunja o Barranquilla, crean que el cuento nazi de la raza pura es una forma de vida, y más aún, una forma de vida compatible con el trópico, la manga sisa, el masato, la peinilla, la media blanca o el bozo, y donde una inmensa mayoría de la población está genéticamente mezclada desde hace cientos de años, acá por eso no hay nazis, hay more-nazis, pura raza, puro sabor, puro cuento.

jueves, 22 de marzo de 2012

No Me Gustan Los Animales, Pero Amo Las Mascotas

El término Mascota no se refiere solamente al “animal doméstico que convive con los seres humanos”, sino también al “personaje animado de un evento deportivo o de otra índole”.

Las mascotas en el fútbol como símbolo de los equipos o los torneos, nacieron para el mundo en La Copa Mundial de Inglaterra 1966 con El León Willie, un simpático felino de frondosa melena y guayos dignos de la época, que vestía una camiseta con la bandera del Reino Unido; de esta forma, no solo fue el emblema de dicho torneo sino la primera mascota oficial de una copa del mundo de la FIFA.

En México 70, se estableció como mascota del evento a un niño común pero muy mexicano que vestía los colores del Tri con un sombrero de Mariachi, a los creativos del momento se le agotaron las neuronas para bautizar a la creatura y le pusieron: Juanito. Alemania 74 presentó al mundo como mascotas dos hermanos llamados Tip y Tap, que representaron con los colores de Alemania Occidental (negro y blanco) y las 3 rayas Adidas en los botines, el espíritu de la competencia aún en plena guerra fría. Para Argentina 78 y en plena dictadura militar, el país anfitrión instituyó como figura a un niño muy parecido al Juanito mexicano, solo que cambiaba la camiseta del seleccionado con el  sombrero, y al igual que sus colegas manitos, la creatividad llego al tope máximo para bautizar al muñeco: Gauchito.

Ya en España 82 salió una mascota muy recordada por grandes y chicos, a la cual personalmente le guardo afectuosos recuerdos, siendo una de las que más juguetes vendiera con su figura, el conocido Naranjito es todo un hito en la corta y variada historia de las mascotas mundialistas. Luego en México 86  vino el querido Pique, un ají mexicano con sombrero, bigote y guayos que también generó afectos en los niños de todo el mundo.

Para el mundial de Italia 90, la mascota fue igual de aburrida que gran parte del campeonato, un muñeco llamado Ciao que parecía un armotodo con reumatismo, representó dicho torneo. En USA 94, los americanos entregaron como mascota a un perro alegre y correlón llamado Striker, mucho más fresca que algunas de sus antecesoras. Llegado cuatro años más tarde el mundial de Francia 98, apareció un gallo barrigón llamado Footix, que llevaba no solo los colores del anfitrión en su cuerpo, sino que daba el lugar más visible al Gallo, todo un símbolo del país Galo.  Con la llegada del primer mundial del siglo XXI realizado en Asia, el mundo entero se confundió cuando los organizadores de Corea y Japón 2002 presentaron al planeta tres muñecos gelatinoides, basados en una extraña mezcla entre Carietón y Los Barbapapa, a los que simplemente denominaron Spheriks, hoy diez años después sigo sin entender muy bien que eran. Ya en Alemania 2006, los organizadores recuperaron la universalidad de la mascota y crearon a Goleo, un león Teutón que tuvo amplia acogida en todas sus representaciones durante el torneo. Por último en cuanto a Mundiales, en Suráfrica 2010 se adoptó como mascota a un leopardo de pelo verde llamado Zakumi, fiel representante de la bio-diversidad del país de Mandela.

Pero como todo en la vida viene por partes iguales, hay que hablar también de las mascotas más notorias de algunas ligas vecinas y del fútbol local. Encontré en tierras Mexicanas la siempre respetable Águila Dorada del América o El Puma de la UNAM, pasando por otras tradicionales como El Jaguar de Chiapas, El Tiburón del Veracruz, El Gallo Blanco del Querétaro, El Gladiador del San Luis o El Potro Pepe del Atlante, hasta que tropecé con el Camote del Puebla, una especie de Patata Dulce que estaría más acorde para la última temporada del Boletín del Consumidor o del Tesoro del Saber.
Camote del Puebla.
Posteriormente, ahondando el tema pero en tierras Incas tuve sensaciones encontradas de mucha alegría y posterior depresión, pues encontré personajes dignos de un asadero vía Apulo con ambiente familiar y atendido por su propietario; fue entonces cuando vinieron a mi mente aquellos ya lejanos años 90 llenos de Perubolica y Goles en Acción, por Global Televisión.

Iniciando el recorrido de las mascotas en la patria de Laura Bozzo, vi con felicidad que tenían vigentes a tres leones, el primero llamado Prince del Bolognesi de Tacna, Megalea del Melgar de Arequipa y el León Porteño del Callao; conocí también al Grifo Carlitos (un pájaro) del Carlos Mannucci de Trujillo, pero luego pensé que alucinaba cuando descubrí que sin ningún reparo dos equipos adoptaron como propios, caricaturas mundialmente conocidas como la Pantera Rosa para Sport Boys del Callao y el Demonio de Tazmania para Sport Ancash, estoy seguro que por su uso dichos equipos no pagan derechos de autor.

Sin embargo no esperaba que mi suerte siguiera en ascenso y fue entonces cuando encontré una secuencia informativa con tres mascotas que llenaron de gozo mi vida, en su orden me enteré de la existencia del Burro Rolando del Cienciano del Cuzco (Aunque a primera vista pensé que era de un equipo de la costa Caribe de Colombia), La Muela del San Martin de Lima (digna de cualquier clínica odontológica en el 7 de agosto) y para sentirme simplemente “El elegido”, hallé al Baloncito Marrón del Inti Gas Deportes de Ayacucho, el cual no es ni más ni menos que un cilindro de cocinol o gas casero, yo simplemente no lo podía creer.....
Baloncito Marrón del Inti Gas Deportes de Ayacucho.
Claro que la dicha no estaría completa sin mencionar a las mascotas más significativas del rentado Colombiano, empezando con Monaguillo el León de Santa Fe inspirado en un León real que fuera mascota del club por muchos años, hoy sigue vistiendo la camiseta con el número 48 a su espalda año del primer título del equipo; asoma el Tiburón Willie del Junior de Barranquilla que ha tenido problemas por su poca educación con los contrarios y por sus impulsos sexuales que no controla ni con las porristas del mismo bando; también se conocen las mascotas de Nacional y Medellín, Nacho El Tigre Verde del primero y Odim El Gorila del segundo; de igual forma el Diablo Rojo del América de Cali y el Leopardo del Atlético Bucaramanga, que hace ya varios años llora su suerte en las tribunas del Alfonso López en la Primera B.

Sin embargo en este país siempre habrán coterráneos que estarán dispuestos a deleitarnos con su agudeza chibcha, gracias a ello cada ocho días puedo ver en la pantalla al Cuyigan del Deportivo Pasto, un peluche fusión de ratón y ardilla que canta versos sin rima en las faldas del Galeras o al Barcino, el novillo del Atlético Huila envuelto en los colores verde y amarillo, los cuales no combinan ni en los chalecos de Los Tupamaros; pero sin duda, el plato fuerte siempre será ver al Indio Pijao, el hincha símbolo del Deportes Tolima que más que un indio de los de antes, representa a un indio de los de ahora, posiblemente fungiendo como chofer de buseta en la capital musical en los momentos en que no asiste al Murillo Toro a ver a su amado vino tinto y oro, sencillamente de rechupete!


Millo.
No podría despedirme sin antes preguntar por la mascota de Millonarios a comienzos de este siglo, el denominado Millo, un niño que podía ser fácilmente el cruce entre un hijo de John Mario Ramírez y la versión rola de un Calvin (& Hobbes) de Chapinero, que aunque tuvo un sonado lanzamiento en sociedad, al final solo gozó de un fugaz paso por el club embajador y desapareció tan rápido como la carrera de Willington Ortíz en Televisión; si alguien sabe donde está en estos momentos no duden en llamar al CAI más cercano, seguro que a estas alturas Millo, que ya debe ser mayor de edad fue uno de los que acabaron con el Transmilenio hace dos semanas.

miércoles, 21 de marzo de 2012

Equipo Grande Nace, No Se Hace

Tengo la suerte de ser hincha de un equipo Grande en Colombia, aunque jamás lo he visto campeón de la liga local. Esta afirmación que en mi caso es cierta, genera día a día intensas discusiones alrededor del mundo entre hinchas de equipos con una rica historia de décadas y títulos pero sin un presente brillante, con los de otros equipos nuevos ricos que han visto en los últimos 20 años a sus escuadras ganar diferentes torneos, creyendo que el fútbol se inventó recién en 1980.

Para el que sabe de fútbol, es una realidad que en cada país existen  siempre los llamados equipos grandes, pertenecientes a un selecto grupo que para sus propios miembros es una cuestión de respeto y honor, pero para los que no logran ser parte del mismo a pesar de ganar algunos torneos, es un tema de la más insensata envidia.


Es cierto que hay equipos que en la actualidad manejan grandes nóminas, jugosas chequeras y varias copas recientes expuestas en sus vitrinas, pero que en el ámbito del fútbol local y mundial no se reconocen como equipos tradicionales pues carecen de otros activos futbolísticos que no son parte de cualquier club y menos, se relacionan con el poder económico del presente.

Los clubes grandes se caracterizan en primer lugar por ser gestores y precursores de sus propias ligas, son equipos que introdujeron el fútbol a sus países y se aventuraron a profesionalizar una pasión naciente para esos tempranos años. Los primeros grandes partidos se dieron entre ellos, las primeras finales se jugaron también entre estos titanes, los primeros ídolos que escribieron las primeras gestas gloriosas de las ligas salieron de sus filas y por supuesto los primeros títulos quedaron en sus manos. Los chicos rellenaron la liga local por décadas sin mayor protagonismo.

Estos bien llamados equipos grandes, también se caracterizan porque fueron los primeros en generar hinchadas fieles, popularizaron y masificaron el fútbol, sin estratos, sin pertenencias políticas y multiplicaron esta pasión por todo el país; sus primeras hinchadas aparecen en videos desteñidos a blanco y negro llenando a reventar los primeros estadios, generando sentido de pertenencia a su ciudad y a sus colores, y mostrando la amorosa explosión por el equipo de sus amores desde hace tantos años. Por su parte el hincha del equipo chico normalmente no sabe lo que es llenar un estadio y su intermitencia como hincha casi siempre muestra la tibieza de no generar lazos fuertes entre la ciudad y el equipo, muchos se han ido a la B y no solo una vez, otros se han cambiado de plaza y muchos otros tienen más hinchas de equipos de otras plazas en su propia ciudad, todo un despropósito.

El equipo grande tiene escrita una historia llena de gestas con muchas décadas de antigüedad, por ser el primer campeón de una liga, o por ser el primer bicampeón o tricampeón del rentado nacional, o por ser el primer equipo que le ganó a otros grandes en el exterior, o por ser el primero en conseguir algún recordado invicto, o por ser el primero que goleó a su rival de patio, o por ser el primer finalista de una copa internacional o simplemente por ser el primer campeón de un certamen continental.

Por el contrario, si revisan la historia de la mayoría de los equipos chicos durante muchos años, encontrarán tan solo algunos subcampeonatos resaltados con mayúsculas o plantillas de algunas campañas puntuales que jugaban increíblemente bien, pero que a la vez increíblemente no ganaron nada; en los mejores casos, los nuevos ricos que si consiguieron títulos tampoco dejaron honda huella para nadie, alegrías fugaces como la del Deportivo Pasto campeón en 2006 y descendido a la categoría B en 2009 dan fe de ello.
Equipo Chico y sus figuras.
El equipo grande tiene hinchadas grandes, regadas por el país y por el mundo, el equipo grande tiene hinchas que lo siguen por todo un país o por todo un continente, que sufren cuando las cosas no van bien, y que se alegran cuando el equipo gana y pelea arriba de la tabla, pero que está presente para todas! a diferencia de esas hinchadas tibias de los nuevos ricos que solo llenan sus estadios (casi siempre pequeños y con algunas partes en obra negra) cuando el equipo llega a instancias finales; en las épocas malas esas hinchadas se esconden y ve uno sus estadios con asistencias dignas de un partido entre profesores Vs padres de familia.

El club grande tiene un clásico también grande con su rival de patio generalmente, partidos con números y estadísticas generosas que dejan ver no solo una larga historia en estos encuentros, sino una lista irrepetible de nombres, figuras, finales y anécdotas dignas de las mejores páginas de la historia mundial del fútbol. Un clásico tradicional siempre mojará prensa, llamará la atención, será prioridad para trasmitirse por televisión y hasta generará expectativas fuera de la ciudad sede del encuentro. Conjuntos como el nuevo rico Chelsea en Londres, es muestra de estos chicos venidos a más, que han querido construir una historia gloriosa tan solo en una década a punta de chequera, sin embargo alguien me dice con quien juega su clásico? No es mucho más apasionante ver un Arsenal – Totthenham Hostpur? Clásico tradicional del norte de Londres?

El equipo grande es grande desde siempre, no importa que haya sequías cortas o largas de títulos, no importa si ha ganado torneos afuera o solo adentro; en Argentina se sabe que los cinco grandes son en su orden Boca Juniors, River Plate, Independiente, Racing y San Lorenzo (este último no ha sido campeón de Copa Libertadores), pero no están en la privilegiada lista Velez Sarfield o Argentinos Juniors, campeones ambos de la Copa Libertadores entre mediados de los años 80 y 90, el primero incluso ganador de una copa Intercontinental. 
Equipo Chico, en cancha chica.
En Colombia considero que hay cinco grandes también, Millonarios, América, Nacional, Cali y Santa Fe, pero por otra parte hay algunos que se sienten grandes in estar siquiera cerca de estar en esta lista. El Deportes Tolima por ejemplo, es un experto durante los últimos años en grandes contrataciones respaldadas por la gorda chequera de su dueño, el Ex Senador Camargo (Ex Cenador?), y en liderar el torneo varios meses cada torneo pero con total maestría en conseguir solo subcampeonatos, refleja que no cualquier equipo emergente será grande en pocos años menos aun habiendo estado dos veces en segunda división; o el mismo Once Caldas ganador de la Copa Libertadores en 2004, es muestra de esta clase de equipos que no solo por un título pueden considerarse grandes, o cuando ve uno el estadio de Manizales lleno sin jugarse finales? O que figuras ha aportado a las selecciones nacionales? O que ídolos han marcado una huella en la historia local? O el clásico regional con Pereira ha paralizado a alguien?

El equipo grande ha sido donante de las mejores figuras para conformar las mejores selecciones nacionales de la historia, fueron o siguen siendo la fuente de la materia prima para pelear cosas importantes como país, el equipo chico saca figuritas de papel, ídolos pasajeros o jugadores de experiencia resucitados en sus filas por alguna notable campaña. 

El equipo grande a lo largo de los años ha construido su nombre y su apellido, con un gran número de records, jugando cientos de torneos, teniendo en sus filas miles de jugadores y técnicos y con el apoyo fiel de  millones de hinchas que han alimentado incesantemente su historia, llena ésta de títulos, hazañas, ídolos, alegrías y tristezas, pero sobre todo de un sentimiento irracional de lealtad que lo hace a uno estar siempre orgulloso de su equipo; y con mayor razón cuando en el caso Colombiano los temibles capos de la droga en los finales del siglo XX, dieron la vuelta olímpica con sus equipos repetidamente en la cancha de uno, cuando en realidad uno era quien la tenía que haber dado varias veces de no ser por esos mecenas externos que inundaron de platas mal habidas el torneo local, alargando la sequía de títulos de algunos, pero llenándolos al mismo tiempo de orgullo moral por la decencia propia de no contaminar su historia con tan perversos personajes.

miércoles, 14 de marzo de 2012

Todo, Menos Perder un Clásico

Algunas personas que por ahí no sienten el fútbol con la sana irracionalidad que se debe, han cuestionado siempre por qué resulta tan importante ganar o perder un clásico, seguramente no entienden los connotaciones de un juego aparte, un momento único que alimenta una historia inmensa construida por años. Cada clásico es un huracán de pasiones que pone en juego mucho más que tres puntos ante el rival histórico, viviéndose además con una tensión rara que comienza siete días antes del pitazo inicial.

El primer partido que vi en un estadio cuando tenía 4 años, fue justamente un clásico bogotano y desde entonces cada vez que se repite es un partido aparte, no importan las estadísticas, ni la actualidad de los equipos, ni las nóminas, ni quien es el local o el visitante, ni quien lleva más o menos hinchas, lo único que importa es que el equipo de uno gane para elevar el ego futbolístico y para permitirse hacer todos tipo de chistes y cargadas a los adversarios amigosHay clásicos muy importantes que paralizan clases, oficinas, pueblos, ciudades, países e incluso guerras.

En Latinoamérica el superclásico entre CA Boca Juniors con CA River Plate, conocido como el clásico del Río de La Plata (y contemplado dentro de los 10 eventos deportivos alrededor del mundo a los que uno debería asistir al menos una vez en la vida), paraliza a todo un continente, en segundo renglón en tierras gauchas se dan el de Independiente y Racing Club en Avellaneda equipos rivales y vecinos, o el de Rosario Central y Newells Old Boys en la ciudad Rosario; el Fla –Flu, el clásico Carioca entre el Flamengo equipo del pueblo y las favelas frente el aristocrático Fluminense, hace hervir el Maracaná cada vez que estos históricos se encuentran desde 1912; también está el paulista entre Sao Paulo y Corinthians, o el de Porto Alegre con Inter y Gremio.

También se conocen como históricos los clásicos entre El Crema Universitario de Deportes y el popular Equipo Corazón  del Alianza Lima en Perú; el de Colo Colo frente a la Universidad de Chile en Santiago; el de Nacional y Peñarol en Montevideo, dos súper campeones de la Copa Libertadores; el de Olimpia y Cerro Porteño en Paraguay; el multitudinario clásico mexicano entre el Las Águilas del América del D.F. y Las Chivas Rayadas de Guadalajara y los familiares clásicos entre Independiente Santa Fe contra Millonarios o los de América de Cali contra Atlético Nacional en Colombia.

En Inglaterra cuna del fútbol, existen partidos de todo tipo empezando por el clásico más antiguo del mundo entre Sheffield F.C. (fundado en 1857) y el Hallam FC (fundado en 1860), encuentro que se jugó por primera vez en 1861; pero el más representativo por su historia llena de títulos y finales es entre los históricos Liverpool FC (5 veces campeón de la UCL) y el Manchester United (3 veces campeón de la UCL), clásico que se ha mantenido vigente hasta la actualidad; también son clásicos importantes dos jugados en Londres, uno el del norte de la ciudad (otrora del mismo barrio en el distrito de Highbury) entre el Arsenal y el Tottenham Hotspur, y otro con antecedentes impetuosos entre sus hinchas, jugado entre el West Ham United (The Hammers) y el Millwalls FC.
Disturbios en el clásico Londinense entre West Ham United y Millwalls FC
Pero el fervor por los clásicos es global, están otros tradicionales en el Calcio Italiano como el capitalino entre AS Roma y SS Lazio símbolos del fútbol y de la política de izquierda y de derecha respectivamente, o el de La Madonnina entre el FC Internazionale y el AC Milán, también el recordado clásico de Turín entre Juventus FC y el Torino FC, o el de Génova entre el UC Sampdoria y el Genoa FC.

De España para el mundo el Derby entre el Real Madrid CF y el FC Barcelona, que hace varias décadas simbolizó también la lucha entre El Franquismo de Madrid y la Lucha Republicana de Catalunya en plena Guerra Civil Española, es reconocido hoy día como el más importante del mundo, por tener las nóminas más caras y porque cuenta en sus anales con la mayoría de nombres más rimbombantes de la historia; el clásico Vasco entre el Athletic Club de Bilbao y La Real Sociedad de San Sebastián destaca por su recio juego, o el de Sevilla  FC entre el Sevilla y el Betis uno de los más tradicionales, en la madre patria también sobresale el derby de Madrid entre el Real y el Atlético aunque la paternidad del primero sobre el segundo es abrumadora.

En Alemania, el clásico teutón entre el Bayer Múnich y el Werder Bremen (hoy en día algo desvalorizado) tiene una  amplia historia de figuras y títulos especialmente en los años 70s y 80s, también se hace presente en la lista el clásico entre el Schalke 04 y el Borussia Dortmund, este con un carácter básicamente geográfico.

En Europa no solo existen los nombrados anteriormente entre los poderosos de siempre, se destacan varios más como él clásico de Glasgow entre los protestantes del Rangers FC y los católicos del Celtic FC de raíces irlandesas, un partido más allá del fútbol y uno de los más antiguos del mundo; o el más amistoso del mundo en el norte de Escocia entre el Dundee y el Dundee United, donde sus estadios se encuentran separados por menos de 300 metros y donde existe un frente común de hinchas de ambos equipos que se une para alentar cuando alguno sale de la ciudad para jugar de visitante.

Aparecen otros dos clásicos en el plano Europeo que han destacado en algunas ocasiones por el extremo fervor y la violencia de sus hinchadas, el que ocurre en Turquía entre el Galatasaray Spor, con cuna en una escuela aristócrata y el Fenerbahce Spor de la clase obrera, curiosamente aunque ambos son hijos de Estambul están ubicados en distritos separados por el canal del Bósforo, estando el primero del lado europeo y el segundo del lado asiático de la ciudad, dando origen a que este clásico sea reconocido como El Intercontinental; también se cuenta el clásico del Olimpo, entre el Panathinaikos FC y el Olympiacos CFP en Atenas uno de los más candentes del continente por sus hinchadas y su tradición. 
Roces en un clásico entre el Fenerbache Spor y el Galatasaray Spor en Turquía
Como no mencionar los coloridos encuentros entre el Los Leones del Benfica y Los Dragones del Porto en Portugal o los del AFC Ajax versus su archirrival el Feyenoord en Holanda, siempre amplían su historia partido tras partido.

Clásico aparte el que se jugaba en la antigua Yugoslavia entre el Dinamo Zagreb (de Croacia) y el Estrella Roja de Belgrado (de Serbia), estos dos equipos rivales históricos serían símbolo del nacionalismo que explotó en la sangrienta guerra de Yugoslavia durante gran parte de la década del 90, haciendo que el fútbol arraigara diferencias políticas, raciales e históricas entre los serbios y los croatas principalmente; Hoy en día, dicho encuentro se dividió en dos más ya siendo  Croacia y Serbia repúblicas independientes, en el primer caso revalorizando su eterno clásico entre el Dínamo Zagreb y el Hajduk Split, y en el segundo entre el Estrella Roja y el FK Partizan ambos de la capital, partidos literalmente jugados a muerte.

Pero independientemente del poder de los clubes enfrentados, del reconocimiento mundial de los mismos o de la vigencia del partido, en cada ciudad que se respire fútbol siempre el clásico local cobrará importancia generación tras generación. El que ha ido a un clásico sabe lo que representa, lo que está en juego como fanático y lo importante que resulta para un amante del fútbol hacer parte de la historia que se sigue escribiendo de vez en cuando, cada que dos históricos se encuentran en una cancha, ante sus hinchadas y ante ellos mismos para dejar todo en la cancha por el honor y la gloria; y aunque sé que Dios está muy ocupado para resolver quien debe o no ganar un clásico, igual siempre le rezo para que mi equipo salga victorioso y no sea yo de quien en los días siguientes, se burlen por todo tipo de medios.

domingo, 11 de marzo de 2012

El Charrísimo Ego Manito

México es uno de los países más importantes del mundo, diversos lugares de su territorio (al menos 25) son considerados por la UNESCO como patrimonio de la humanidad y es también según la Organización Mundial del Turismo, el destino más visitado en Latino América.

Además es cuna de famosas personalidades como el boxeador Julio César Chávez; los literatos Carlos Fuentes y el premio Nobel Octavio Paz; los pintores Diego Rivera y Frida Khalo; los intérpretes Agustín Lara, Pedro Infante y de los genios humorísticos más representativos de Hispanoamérica, Mario Moreno “Cantinflas”, Roberto Gómez Bolaños “Chespirito” y Ramon Valdéz “Como Don Ramón”.


Sin embargo, hay solo un reparo que desde que maduré mi criterio futbolístico hace ya muchos años no he podido saldar con los compatriotas de Pancho Villa y es que la Selección Mexicana de fútbol de mayores nunca ha sido más que la Selección Colombia. Alguna vez mientras vivía fuera del país tuve un amigo Mexicano que siempre sacaba pecho diciendo que su selección nacional, conocida también como “El Tri”, era muy superior a la selección Colombia, porque México casi nunca faltó a la cita mundialista a diferencia del equipo cafetero. Entonces, nos enfrascábamos en una interminable discusión, de esas en las que el orgullo patrio en tierras lejanas, exalta los ánimos más de lo normal para una simple charla futbolera entre cuates. Hoy aún sigo pensando lo mismo, México no ha sido más históricamente, aunque un mexicano promedio se sienta con la tradición futbolística de un brasilero, con la táctica de un holandés, con la garra de un uruguayo y con el ego de un argentino.
Si bien es cierto que los crudos números muestran que mientras Colombia ha ido solo a 4 mundiales FIFA de mayores (1962, 1990, 1994 y 1998) alcanzando su mejor participación en Italia 90 al llegar a los 8vos de final; los manitos por su parte han asistido a 14 (1930, 1950, 1954, 1958, 1962, 1966, 1970, 1978, 1986, 1994, 1998, 2002, 2006 y 2010), siendo sus dos mejores participaciones las de 1970 y 1986 donde fueron anfitriones y llegaron a 4tos de final. 


Analizando este punto, cabe destacar que la selección Colombia tiene que enfrentarse en la ronda clasificatoria mundialista a una de las más complicadas, parejas y competitivas eliminatorias dentro de la CONMEBOL (Confederación Suramericana de Fútbol),  lo que en cambio muchos no mencionan, es que México juega la ronda eliminatoria para cada mundial en la CONCACAF (Confederation Of North, Central America and Caribbean Association Football).


Así, Colombia en una Federación de tan solo 10 equipos tiene que enfrentarse normalmente cada 4 años contra 3 campeones mundiales de la FIFA (Brasil 5 veces campeón, Argentina y Uruguay 2 veces campeones), mas otros complicados equipos como Chile, Paraguay, Perú y recientemente hasta pelearse con Ecuador, Bolivia y Venezuela. Estos países tienen en sus estadios verdaderos fortines donde sacar incluso un empate es una tarea titánica y digna de hazaña patria cada tanto, muestra de ello es recordar inolvidables gestas en las canchas del Centenario de Montevideo, del Defensores del Chaco de Asunción, del Maracaná de Rio de Janeiro, del Monumental de Buenos Aires o del Nacional de Santiago.


Por su parte, los hermanos Aztecas deben desafiar a selecciones tan difíciles y tan históricas en el plano futbolístico mundial como Bahamas, Martinica, Islas Caimán, Monserrat, Bélice, Haití, Cuba, Surinam, Canadá o El Salvador (Otro gran mundialista CONCACAF Goleado por Hungría en España 82, 10–1), eso sin mencionar que la única cancha histórica de toda esa confederación debe ser la propia casa de selección mexicana, la del Estadio Azteca del D.F.

Revisando la historia se sabe que México alcanzó su mayor goleada a favor contra el reconocido equipo de Bahamas, ganándole 13–0 en 1987, partido que se jugó en Toluca; Colombia en cambio, cuenta con dos goleadas históricas a favor contra dos bicampeones del mundo, un 5-0 contra Uruguay en Barranquilla en 2004 y la recordada goleada con ovación local (incluido Maradona) en el Monumental  Antonio Liberti de Buenos Aires, donde el equipo de Maturana apabulló también 0–5 a la encopetada Argentina del Coco Basile, a la que mandó de paso al repechaje contra Australia para poder asistir a USA 94.


Uno de los más temidos rivales de México en la CONCACAF: La Selección de Bahamas
Sería irrespetuoso desconocer a jugadores emblemáticos para el fútbol mundial como Antonio Carvajal, Hugo Sánchez, Manuel Negrete, Luis García, Rafa Márquez, El “Chapulín” Campos o el nuevo ídolo Javier “Chicharito” Hernández entre otros nacidos en el país de Capulina y Viruta, pero tampoco se puede dejar de mencionar que en la nación de Tuerquita, Pernito y Bebé, figuras como Faustino Asprilla, Freddy Rincón, el “Pibe” Valderrama, el “Tren” Valencia, el “Loco” René Higuita o el vigente Radamel Falcao García también han dejado su huella en las canchas del planeta.


En todo caso, los torneos Suramericanos de mayor tradición como la Copa Libertadores de América (la competición de clubes más antigua del continente) y la Copa América (torneo de selecciones más antiguo del mundo) están plenamente reconocidos como de mayor importancia que los equivalentes de la CONCACAF, La Liga de Campeones y la Copa de Oro respectivamente donde México y sus clubes se pasean frecuentemente alzando las copas en cada edición ante equipos de baja figuración mundial.


Y aunque seguirán existiendo estadísticas y opiniones que están a favor o en contra de unos y otros, lo único que no se puede negar es que en los enfrentamientos directos por Copa Libertadores de América o por Copa América, los mexicanos jamás ganaron la primera con alguno de sus equipos (aunque juegan como invitados desde hace mas de 10 años) mientras que Colombia si coronó a Atlético Nacional en 1989 y al Once Caldas en 2004, y menos aún la segunda donde en dos finales jugadas cayeron 2-1 con Argentina (en Ecuador 93) y por la mínima diferencia 1-0 frente al local Colombia en 2001. Es cierto que México ganó una copa Confederaciones, siendo local, pero en esa edición no jugó Colombia…


No es bueno creerse más de lo que uno es, pero sé que ningún Colombiano se asustó jamás por enfrentar a México en algún torneo, porque son encuentros mano a mano, ninguno es más, ninguno es menos, son enfrentamientos cerrados de pronóstico reservado, pero si hoy me preguntan qué cuál seleccionado me produce acidez, les contestaré con total franqueza que el Venezolano, porque no hay nada peor que el hijo, aleccione al padre.

viernes, 9 de marzo de 2012

En La Cancha Solo Se Baila Con La Pelota

Por estos días renacieron discusiones en varios medios de comunicación sobre un tema viejo y repetido, gracias a un comunicado del Ministerio de Cultura que expresa la posibilidad de que en los estadios de fútbol de todo el país, se puedan presentar eventos culturales previo a una serie de requisitos que deben cumplir los organizadores de los mismos, esto basado en la ley 1493 de 2011.

En Colombia, partiendo que los estadios no son propiedad privada (como en un gran número de países alrededor del mundo, donde dichos escenarios en amplia mayoría son propiedad de los clubes de futbol o rugby), sino que tienen como dueño a la nación o al distrito, resulta bastante difícil dictar un criterio sin tener en cuenta esta base legal.

La discusión es reiterativa, pues desde hace varias décadas las diferencias son cíclicas entre quienes piensan que los estadios son para el que lo necesite, sin importar si con el alquiler del mismo rompen sillas, baños, cabinas de radio o peor aún, acaben con el activo más preciado de estadios antiguos como muchos de los nuestros: La Gramilla.

Aquellos que piensan en los estadios como lugar natural de esparcimiento para eventos masivos, creen en su mayoría que escenarios como esos son del pueblo y para el pueblo como un derecho natural ciudadano, y que lo que menos importa es ver al día siguiente de un concierto, la cancha llena de huecos dignos de cualquier avenida bogotana, las cabinas de radio rotas como si el estadio hubiera acogido una marcha de estudiantes de universidad pública en pleno día del trabajo o peor aún, encontrar los baños como si los hubieran prestado para las audiciones de Yo Me Llamo.

En este orden de ideas aquellos defensores de esta corriente dan por hecho que conciertos, festivales de trova, obras de teatro, mundiales de magia, viejotecas, sanaciones de pastores cristianos o recitales de despedida de ídolos  populares (que en cada enero amenazan con la gira final de su carrera), deben llevarse por lógica en los estadios de cada ciudad.

Yo aunque soy tan fanático de la música como del fútbol, considero que los estadios de nuestro país han sido maltratados históricamente en eventos culturales (incluso más que lo que se hayan afectado por peleas o desórdenes de barras bravas), y los que asistimos cada semana al estadio a ver fútbol, nos encontramos en más de una ocasión con vestigios apocalípticos de algún evento la noche inmediatamente anterior; a esto además hay que sumarle el tema climático, que con los inviernos que cada tanto vive el país agudizan el deterioro de los campos de juego, bien sea por malos mantenimientos de los drenajes o una fatal combinación entre el clima y los conciertos (ojala bailables) en épocas invernales, que acaban en una sola noche con los costosos gramados de los estadios locales.


Invierno en un Cancha Colombiana durante el Mundial Sub 20
Cabe recordar para poner un ejemplo, que en la Copa Libertadores del 2006, un partido de 8vos de final entre Independiente Santa Fe (Colombia) y las Chivas Rayadas de Guadalajara (México), tuvo que ser jugado en un lodazal impensable para la envergadura del torneo y de la ciudad que albergaba dicho evento, en una cancha no apta para un partido profesional, propicia para el juego brusco, para potenciales lesiones y para ver una cuota mínima de buen fútbol donde la pelota jamás rodó, pareciendo cuadrada más que redonda; consecuencia de esto el estadio el Campín tuvo que cerrarse más de dos meses hasta recuperar la cancha, todo un disparate en pleno torneo.

La culpa, dice la gente, fue en la mayoría de los casos de los organizadores o de los empresarios de esos eventos que deterioraron los escenarios, que no tomaron las medidas del caso, las cuales consistían simplemente en poner un buen tapete y pedir por los alto parlantes a la gente que se portaran bien, como si estuvieran en su propia casa; para mí, el tema es más profundo, pues asistí a muchos recitales que tenían tapete, lona o cobertores pero que aunque cumplían con ciertas especificaciones, no alcanzaban a proteger la gramilla y las demás instalaciones de la ignorancia de algunos vándalos y de cientos de  tacones puntilla, cigarrillos caseros, encendedores y algunos otros objetos contundentes que nadie sabe porqué alguien los lleva consigo y menos a un espectáculo público.


Grama Dañada Luego de un Concierto en Cali
El tema, en realidad parte de la carencia de educación que refleja el nivel de una sociedad que aún en pleno siglo XXI aprende a ser gente diariamente, o al menos trata de aprender a serlo. Pueden venir pólizas más exigentes para los empresarios, y soñar así que bandas de la talla de U2, Los Rolling Stones, AC/DC, o hasta la misma Madonna, reemplacen en el futuro cercano dentro de la agenda de conciertos a Alejandro Fernández, a Don Omar, a Servando y Florentino, a Marc Anthony o a RBD, pero seguramente sin importar la póliza vigente lo que importará al final será el comportamiento de la gente, ahí es donde en realidad debe trabajarse y anticiparse. Sueño eso sí, con el día que sin importar la clase de gente que entre a un estadio para asistir a un concierto o cualquier tipo de evento, se comporte como gente, así vayan a ver un mano a mano entre “El Gally” y Pipe Bueno, o así hayan adquirido la entrada con tapas de Konga, Link o Soda Wizz.

Es hora que la gente tome conciencia que gracias al pasado Mundial Sub 20, el estado (con dineros públicos) invirtió cientos de miles de millones de pesos para tener al menos los estadios de las sedes dignos y rejuvenecidos, todo un logro para un país como el nuestro que buscó estar acorde a un mundial de fútbol (así fuera juvenil) y para mostrar al mundo que en este país a pesar de todo, el cemento reemplazó al bareque hace muchos años.

martes, 6 de marzo de 2012

De Apodos y Colombianadas

Colombia es un país donde su gente  y su idiosincrasia aún siendo muy latinas llevan en la sangre algún tipo de gen andino-tropical que hace del país un sitio único donde pasan cosas que no pasan en ninguna otra parte del mundo, para bien y para mal. Somos el segundo país más feliz del mundo según un ranking que alguien publica año a año y damos gracias a Dios que exista ese ranking; y a pesar de vivir en guerra por más de setenta años y de afrontar los problemas típicos de un país en vías de desarrollo con una economía en crecimiento que extrañamente no lo refleja en sus índices de cobertura de salud, educación o empleo, el país pareciera caminar a su ritmo buscando su futuro y siendo fiel a sus tradiciones.

Sin embargo, esta tierra prometida, esquinera con dos océanos, productora del mejor café del mundo, rica en diversidad de orquídeas, aves, anfibios, pisos térmicos, fuentes de agua dulce, telenovelas y reinados en honor a todo tipo de frutas y animales tropicales, también ofrece un exceso inagotable de talento para bautizar a sus hijos más ilustres del deporte con los nombres y los apodos más osados.

Supongo que esta práctica nativa debe existir en el país desde siempre, lo que hace pensar que durante la época de la campaña libertadora ya ponían apodos a diestra y siniestra para los padres de la patria; además estoy seguro que de haber existido algún deporte masivo en esos años, más de un billete o una estatua de nuestros próceres hoy en día llevarían entre comillas y para su propia honra, más de un mote  como “El Cacique”, “Ají”, “El Envuelto”, “Alpargato”, “Machetico”, o “El Perro”.

Llevo viendo fútbol colombiano desde los tempranos años 80s, desde entonces varios apodos y nombres han quedado grabados en mi mente, dejando en ella rayones imborrables de buen gusto, con ese toqué exquisito e ingenioso que caracteriza a un colombiano de bien.

Remoquetes como “El Manimal Cortes”, “El Meneito Mendoza”, “La Cachaza Hernández”, “El Muelas León”, “El Tyson Hurtado”, “La Perra Carrillo”, “El Banano Murillo”, “El Triciclo Córdoba”, “El Chigüiro Benítez”, “El Campero Álvarez”, “El Pelusa Pérez”, “La Guama Cardona”, “El Pitillo Valencia”, “El Arriero Porras”, “El Pelícano Banguero”, “El Jeringa Guzmán”, “El Piña Mendoza”, “El Barrabás Gómez”, “El Gringo Palacios”, “El Apachurrado Ramos”, “La Flecha Gómez”, “El Marinillo” Serna, “El Alpinito Carrillo”,“La Gallina Calle”, “La Chichigua García”, “La Piraña Díaz”, “La Mosca Caicedo”, “El Chito Torres”, “La Puya Zuleta”, “El Chusco Sierra”, “La Sombra Duran”, “La Nigua Torres”, “El Carepa Gaviria”, “El Teacher Berrío”, “El Betún Lozano”, “La Brocha Vidal”, “El Panelo Valencia”, incluso árbitros como “El Chato Velázquez”, “El Kilométrico Reyes”, “El Cacharrito Ruiz” o “Mr. Bean Buitrago” son parte de nuestra familia futbolera.

Pero también caben nombres de pila inolvidables condimentados en su mayoría con apellidos oriundos de este suelo cafetero, Edwards (Jiménez), Jackson (Ibarguen), Teddy (Orozco), Grigory (Méndez), Eyner (Viveros), Herly (Alcázar), Hilario (Cuenú), Nixon (Perea), Stifer (Armero), Franklin (Cetré), Jherson (Córdoba), Plácido (Bonilla), Arnulfo (Valentierra), Danobis (Muñoz), Jhonier (Montaño), Freddy Indurley (Grisales), Cástulo (Boiga), Melquisedet (Navarro), Neider Yesid (Morantes), Jefrey (Díaz), Licoln (Mosquera), Walker (Cuesta), Arnoldo (Iguarán), Mayer Andrés (Candelo), Yosvidas (Fuentes), Wulfrant (Cervantes), Justino (Sinisterra), Gildardo (Gómez), Edison (Umaña), Nilton (Bernal), Dawlíng (Leudo), Hanyer (Mosquera), Ronald (Valderrama), Hayder (Palacio), Freddy Eusebio (Rincón), Pompilio (Páez), Cerveleón (Cuesta), Jhon Wilmar (Pérez) , Dorian (Zuluaga), Bonner (Mosquera), Senén (Mosquera), Bonifacio (Mártinez), Jong Harold (Viáfara), Foad (Máziri), Dorlan (Pabón), Amaranto (Perea), Aquivaldo (Mosquera), Osman (López), Bladimir (Ambuila), Jerson (Gonzalez), Euclides (González), Killian (Virviescas), Gumercindo (Riascos), Sherman (Cárdenas), o el Inigualable Jhon Kennedy.....(Hurtado) haciendo que nuestra liga, (la misma que en julio del año pasado calificaron como la 8va mejor del mundo), sea única, irrepetible y refinada, como le gusta a un buen hijo de esta tierra, porque ante todo el buen gusto.


La Perra Carrillo
John Kennedy Hurtado

Y aunque yo jamás le pondría a un hijo mío James, Astolfo o Arley, si sé que cuando salen nuevas promesas del futbol criollo y se dan a conocer valiéndose muchas veces de un ocurrente alias, vienen a mi mente los mejores recuerdos de la infancia, cuando sin importar el equipo del que era hincha  pegaba monas en cada álbum de fútbol colombiano con una alegría desbordada, soñando también que más adelante yo sería una de esas monas que llenarían el álbum perpetuando la pasión más grande de cualquier niño a lo largo de su vida, la pasión por el mejor deporte del mundo: El Fútbol, el deporte para todas las edades, el deporte rey.