domingo, 7 de febrero de 2016

Buenas, ¿Para Lo Del Sin Tocayo?

Nunca he entendido muy bien, por qué razón en Latinoamérica, pero especialmente en nuestro país, la gente no solo tiende a ponerle a los hijos nombres extranjeros condimentados con apellidos criollos, sino que en algunos casos retando a las buenas costumbres y al diablo, también bautizan la prole con apellidos extranjeros pero usándolos como nombre de pila. Lo mejor del cuento, es que no contentos con estas recetas antroponímicas (la ciencia que estudia el origen de los nombres), el colombiano promedio para darse caché, se inventa simplemente nombres que no tienen ni explicación, ni ortografía, ni pies, ni cabeza, ni razón de ser.

Esto de los nombres raros es algo que desde mis años de infancia ya me generaba cierto morbo (no solo porque en la TV Colombiana de los 80s, Jorge Barón TV transmitía una sección llamada el Sin Tocayo, donde gente de todo el país se inscribía enviando la fotocopia de la cédula, con la esperanza que ningún otro paisano tuviera su nombre para ganar “lindos premios”), sino que además, en mi colegio algunos alumnos aparecían cada tanto para engrosar la misma lista, de haberlo querido.
Concurso El Sin Tocayo, de Jorge Barón Televisión.

Recuerdo a un niño que estudió conmigo por allá en tercero de primaria, su papá era holandés y su mamá valluna, se llamaba Robert Brent Harding Carvajal, obvio, todos le decían Carvajal. También viene a mi mente el hijo de un portero en una conocida empresa donde trabajó mi papá empezando la década del 90, que se llamaba Johan Sebastián Chisgátiva, o el de un compañero que se graduó conmigo del colegio que se llamaba Jhonny Eric Walker Palacios (no estoy jodiendo)! y claro, evoco con algo de temor, a mi Profesor de Historia Económica Colombiana (ya en la Universidad), un costeño dicharachero pero rabón como ningún otro, que se llamaba Elber Verdugo, o como le decíamos todos: El Verdugo! Siempre nos preguntamos qué tipo de venganza quería tomar el papá de Elber para crucificarlo de por vida con semejante herencia.

Y si hacemos memoria, el fútbol profesional colombiano desde que me conozco, ha sido una fuente interminable de nombres extraños, ni qué decir de los apodos (pero eso da para otro capítulo). Puedo recordar por ejemplo nombres muy poco convencionales de jugadores ya retirados o al borde del retiro, como Dorian Zuluaga, Astolfo Romero, Maler Tressor Moreno, Jhonier Montaño, Arley Dinas, Jefrey Díaz, Kevin Rendón, Freddy Indurley Grisales, James Cardona, Jerson González, Giovanni Cassiani, Kilian Virviescas, Neider Morantes o Farley Hoyos, entre otros.
El querido Totono Grisales y su peculiar celebración en la Copa América 2001.

En estos casos, de haber estado en los zapatos de tan nobles glorias del rentado nacional, con todo respeto y haciendo honor a la verdad, hubiera preferido dado el caso, cambiarme el nombre y usar uno artístico, así como lo hicieron en su momento Gladys Caldas (Claudia de Colombia), Elmer Figueroa Arce (Chayanne), Gloria María Milagrosa Fajardo (Gloria Estefan), Mario Luis Kreutzberger (Don Francisco), o Miguel Américo Belloto (Miguel Varoni).
Chayanne, o Elmer Figueroa Arce, su nombre real.

En este punto, me di a la tarea de reconfirmar si en la actualidad, esta disparatada práctica de los nombres insólitos sigue estando vigente en el ADN de nuestro fútbol, los resultados son simplemente para chuparse los dedos:
-Deportivo Cali: Helibelton Palacios, Jhon Janner Lucumí, Eduard Caicedo, Harrinson Mojica, Brandon Agudelo, Jean Pierre Angulo.
-Atlético Nacional: Sherman Cárdenas, Macnelly Torres, Marlos Moreno, Rodin Quiñonez, Brayan Rovira.
-Independiente Medellín: Marlon Piedrahita, Johan Arango, Faider Burbano, Didier Moreno.
-Deportivo Pereira: Alí Rodolfo Reyes
-Cortulúa: Jown Cardona, Mayer Andrés Candelo, Heinsen Izquierdo.
-Once Caldas: Stiven Alzate, Wiston Cifuentes, Harrison Henao, Franklin Lucena
Karol García.
-Millonarios: Macallister Silva, Lewis Ochoa, Deiver Machado.
-Equidad: Stalin Motta, Dhawlin Leudo, Roger Torres, Dager Palacio, Amaury Torralvo, Geovan Montes.
-Pasto: Cléider Alzate, Yoiver González, Mairon Quiñonez.
-Junior: Josimar Gómez, Jarlan Barrera, Edinson Toloza, Yony González, Deivy Balanta, Yorleys Mena.

Dejé para el postre al Envigado FC, que cuenta no solo con el veterano Breiner Castillo, y con Venji  Castrillón (si con V y no con B), sino que presenta en su nómina de 2016 a Michael Nike Gómez, a quién su padre quiso ponerle Michael Knight en homenaje al personaje protagónico de su programa favorito de la época “El Auto Fantástico”, pero por error o capricho del notario, el Knigth quedó cambiado de un solo tajo por Nike, como la marca de ropa deportiva. Menos mal el papá era fanático de El Auto Fantástico y no de Guardianes de la Bahía, porque capaz que el notario le hubiera terminado poniendo a la creatura Mitch Buchanan’s Gómez o algo semejante…..Dios nos ampare!
Michael Knigth, personaje protagónico de El Auto Fantástico.

Ante semejantes antecedentes bautismales, y con tremendo presente notarial de nuestros futbolistas, no resulta extraño que cifras recientes de la Registraduría Nacional, den fe, que alrededor de 1.000 colombianos sean considerados “Sin Tocayo”, y nombres como Bunkuaringumu,  Lindemeyer, Dositeo, Elyn Romeo, Euro Jesús y Yiliso seann apenas algunos ejemplares, de la infinita creatividad de las más recientes generaciones progenitoras. Eso sí, a mi jamás se me va a borrar de mi inocente mente, aquel Sin Tocayo que vi ganar en vivo por allá en los 80s, el buen hombre se llamaba Chibraufrime, no me pregunten por qué lo recuerdo hasta hoy, pero es de esos datos inútiles que una vez almacenados en la cabeza, no se van más, así como el nombre de Elber Verdugo o el nombre de pila del segundo Puchis en Dejémonos de Vainas: Carlos de la Fuente.

No sé si ustedes ya tienen descendencia, de ser así, espero de todo corazón que no le hayan puesto nombres a sus hijos que fomenten el bullying desde Pre Kinder hasta el día en que se conviertan en nobles oficinistas; pero si aún no han tenido retoños, cuando se decidan, recapaciten y háganle un homenaje a su futbolista favorito cuando bauticen los herederos, eso sí, dando por sentado que su ídolo no se llama Mayer Andrés.





Revista Zape Pelele No. 7
www.denunciando.com

2 comentarios:

  1. Excelente recopilación de "sin tocayos".Mi abuela tuvo un primo que se llama Serolf: flores al revés. El papá debió ser ambientalista extremo, pero por más curioso que este sea no lo veo superado por los casos clínicos de los padres de futbolistas colombianos. Pobres niños, siquiera son famosos

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