domingo, 18 de noviembre de 2012

Los Que Vinieron Antes Que Dolly (De clones y parecidos)!

Haciendo memoria noto que desde que era un niño siempre tuve la facilidad de poner apodos y muchas veces lo hacía cuando alguien era parecido a un futbolista, a un actor o a cualquier personaje famoso. Pero esta virtud (porque es realmente un don, el poner buenos apodos), obviamente no es solo mía. A través de mi vida muchos amigos y conocidos en el colegio, la universidad o la maestría, fueron destacados por su manía de ponerle apodos a diferentes personas, sin importar género, raza, edad o profesión. Y analizando el tema, me queda completamente claro que todos inconscientemente tendemos a ponerle apodos a cualquier persona que se atraviese en nuestro camino, porque quizás, la mente humana busca de manera permanente relacionar una imagen conocida anteriormente con la de una nueva persona.

Recuerdo dos casos puntuales donde por causa del parecido físico entre dos personas, un par de amigos padecieron apodos por varios años. El primer caso ocurrió con un viejo amigo al que le decíamos El Chulo  (por su nariz), pero al que terminamos diciéndole en los últimos años de bachillerato: Tulio Armando, ya que así se llamaba el profesor de Democracia, quien también por su destacada nariz, podía pasar sin problema como el progenitor del Chulo, tanto así, que cuando llegaba a clase todos le decíamos que no fuera maleducado y que saludara a su papá, así éste fuera nuestro pedagogo. 
Pero peor suerte corrió otro amigo (un saludo Federico!), también en el colegio, por causa de su infinito parecido con otra persona. En este caso el apodo cayó peor que el de Tulio Armando, pues le empezaron a llamar Don Valentín, quien era uno de los queridos conductores del colegio, pero con un agravante para mi amigo, era justo el conductor de su ruta, así que las pesadas bromas al subirse cada mañana y ver a Don Valentín fueron interminables hasta que se graduó de bachiller.

Con estos recuerdos ya activados, me puse en la tarea de encontrar clones en el fútbol colombiano junto a otros personajes reconocidos en otros ámbitos profesionales y la verdad, quedé gratamente sorprendido porque vi que habían varias parejas de este tipo. Comienzo mencionando al ex jugador de Millonarios y Boyacá Chicó, Gustavo Quijano de quien dicen los que mejor lo conocen, ya era calvo antes de presentar el ICFES, su clon resultó ser el actor colombiano Andrés Felipe Martínez, que también ha corrido por la vida con una prematura alopecia.
Arriba Gustavo Quijano y Andrés Martínez (actor)
Abajo Ángel Hoyos y Vince Nail (Vocalista Motley Crue)
En segundo lugar, y ya con una onda más rockera descubrí prácticamente un par de gemelos, el primero y hoy en día DT del Once Caldas, el argentino Ángel Guillermo Hoyos, quién parece que se quedó congelado en el tiempo con un look típico de mediados de los años 80, sin embargo, vi que el vocalista de Motley Crue, Vince Neil quizás es su hermano perdido.

Cambiando de género, el rock da paso para los amantes de la música ranchera, pues Pedrito Fernández ya lleva varios años jugando en el Deportes Tolima como lateral izquierdo, pero haciéndose llamar Gerardo Vallejo, solo para reconfirmar que le genética nunca se detiene ni deja de sorprender. Seguidamente para los fanáticos de la música popular, encontré el clon de uno de sus ídolos, el carismático Pipe Bueno, quien tiene la buena suerte de tener un doble para que lo reemplace en sus giras, siempre y cuando Omar Vásquez, jugador de Millonarios, no tenga partido o no esté llamado a concentrar con el equipo embajador.  
Arriba Gerardo Vallejo y su doble Pedro Fernández.
Abajo Omar Vásquez y Pipe Bueno.
Pero en este punto, les confieso que encontré una infinita similitud no solamente física entre el ex árbitro Jorge Hernán Hoyos y Jairo Florián (el recordado Chucho de Chispazos y esposo de Eufrocina), sino sobre todo en su carrera profesional, pues no nos digamos mentiras, de las cosas que ambos sabían hacer, era generar humor a través de su trabajo, así muchas veces lo hicieran con chistes flojos. Posteriormente y como caso único en este recuento, pude apreciar el inmenso parecido físico entre el profe Jorge Luis Bernal, ex técnico del Tolima, del Cali y del Pasto con el personaje de Los Simpsons, Juan Topo, ambos con un sello indeleble de viejito bonachón, cegatón y con una suerte cero envidiable.
Arriba Jorge Hernán Hoyos y Jairo Florían "Chucho".
Abajo el Profe Jorge Luis Bernal y Juan Topo.
Proseguí entonces con la búsqueda y me topé con un caso peculiar, José Eugenio El Cheché Hernández quien ahora reniega de su origen bogotano y de su pasado por Millonarios, desde su cargo en la dirección técnica del Junior de Barranquilla, es la fotocopia a color de Santiago Moure, cuando éste encarnó en El Cartel de los Sapos a Don Mario, sobra decir que su particular rostro resulta inolvidable, más cuando ahora sé que a falta de uno hay dos de esa referencia circulando por las calles.  
Arriba Cheché Hernández y Santiago Moure.
Abajo Puchis y Carlos Antonio Vélez.
Por último alcancé una revelación con dos personajes muy conocidos, Dejémonos de Vainas una de las series más recordadas en la  historia de la televisión colombiana y que durara al aire 14 años (con libretos de Daniel Samper Pizano y bajo la dirección de Bernardo Romero Pereiro), nos regaló personajes únicos, como el niño Ramoncito, Josefa Chivatá, la niña Mangarita, Herculitos, la prima Dona, Pecas y su novio John Milhouse Clemens, la señora Renatica, Ramiro el costeño, la tía Loli, el Tuto Barrios y por supuesto Juan Ramón Vargas, el papá de la familia a quien le apodaba cariñosamente su esposa: Puchis. Pero por supuesto, yo les hablo del primer Puchis, interpretado por Víctor Hugo Morant, al cual de inmediato relacioné con Carlos Antonio Vélez. Y aunque la genética es caprichosa y ambos amaban el fútbol, ambos fueron a trabajar al mundial de México 86, ambos eran padres de familia, ambos eran calvos y ambos usaban gafas con bastante aumento desde muy jóvenes, a diferencia de Carlos Antonio, Puchis si era periodista.

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