lunes, 5 de noviembre de 2012

Bolillo, Entre Condorito y Loquillo

Hernán Darío El Bolillo Gómez siempre ha sido un tipo polémico, dueño de odios y amores (quizás más de los primeros). A sus 56 años Hernán dirige por estos días a uno de los grandes equipos de su tierra, el Deportivo Independiente Medellín club del que también fuera jugador a mediados de los años 70. Gómez, quien militara también en Atlético Nacional, abandonó su carrera como jugador en 1984 por una lesión de rodilla de la que no pudo recuperarse.
Gómez actualmente dirige al Independiente Medellín.
Desde entonces se hizo asistente técnico de Francisco Pacho Maturana, primero en Nacional  y luego en la selección Colombia de mayores, en los mundiales de Italia 90 y de Estados Unidos 94. Gómez ya con un mayor bagaje, logró hacerse técnico en propiedad del combinado patrio y en 1996  fue elegido mejor técnico de Sudamérica, premio otorgado por el diario El País de Montevideo.

Bolillo consiguió clasificar al mundial de Francia 98 pero su equipo no pasó de primera ronda (solo se pudo derrotar a Túnez por la mínima diferencia), por lo que se le cuestionó el nivel mostrado. Pero el fútbol como la vida dan revancha, y Hernansito se volvió ídolo en Ecuador cuando lo clasificó años después por primera vez en su historia al mundial de Corea y Japón en 2002. El seleccionado ecuatoriano tampoco superó la primera ronda en dicho torneo, pero Gómez, fiel a su pensamiento, antes del certamen había afirmado que Ecuador solo iba a aprender con lo que el fracaso estaba presupuestado antes de pisar tierras orientales.
Hernán en su paso por el seleccionado ecuatoriano.
Desde entonces, Bolillo ha sufrido varios tropiezos en su carrera profesional, pues ha tenido diferentes fracasos con los conjuntos a su cargo. En 2004 fue despedido como seleccionador nacional de Ecuador, dos años después fue contratado por la selección de Guatemala pero corrió la misma suerte al ser removido de su cargo en 2008. Increíblemente a mediados de ese año, Bolillo que abiertamente siempre dejó ver su poca afinidad con la capital del país, fue nombrado director técnico del Independiente Santa Fe, club bogotano que en ese año contaba con una nómina muy competitiva. Sin embargo el equipo nunca encontró el norte y en dos torneos consecutivos, el expreso rojo de Hernán, ni siquiera entró al octogonal final para pelear por el título. Fue un fracaso mayúsculo más allá que muchos de sus seguidores desde diversos medios de comunicación, seguían exaltando algunas hazañas del entrenador paisa, ocurridas casi todas el siglo pasado.
Gómez (izquierda) con Carlos Antonio Vélez (centro), uno de sus mayores defensores en la prensa y Jorge Eliecer Torres (derecha).
Pero nuestro país, que es sin duda una tierra de infinitas oportunidades, le dio una nueva a Hernán y a pesar de 3 fracasos que lo precedían, lo premió a través de la Federación Colombiana de Fútbol, nombrándolo entrenador nacional nuevamente. El país se polarizó, muchos no estuvimos de acuerdo y vimos que sin ningún pudor, la tan conocida rosca estaba de nuevo vigente gracias al retorno de Bolillo. Vinieron convocatorias con jugadores de bajo nivel pero cercanos al seno de Gómez, al mismo tiempo, otros hombres que si estaban para aportar en la tricolor nunca fueron tenidos en cuenta. Para febrero de 2011, Colombia disputó un encuentro amistoso ante el campeón del mundo España, al preguntársele a Gómez en los días previos que opinaba del encuentro dijo que prefería ir a cine que al partido, con lo que el país futbolístico en su mayoría solo pudo exclamar: PLOP!
Con estos condimentos, meses después los resultados que eran más que obvios no se hicieron esperar: fracaso rotundo en la Copa América de 2011 con un fútbol timorato y predecible. El resto ya es historia, días antes de iniciar la eliminatoria para Brasil 2014, Hernán fue removido de su cargo por un tema personal, al cual no me quiero referir.

Sin embargo en julio pasado, Independiente Santa Fe consiguió su séptima estrella bajo el mando de Wilson Gutiérrez, lo que sorprendió a propios y a extraños, es que El Bolillo se incluyera en el proceso campeón, sosteniendo ante varios medios de comunicación que él había iniciado la senda del triunfo 3 años atrás, un completo disparate. Y como al que no quiere caldo se le dan 2 tazas, el pasado viernes, Hernán Darío quien no había dicho nada en público con relación al excelente momento de la selección Colombia de Pekerman, decidió hablar y con un concepto parecido al del caso de Santa Fe, el  hermano de Barrabás Gómez no tuvo ningún reparo en manifestar que la selección Colombia de él jugaba muy parecido a la de José Néstor, y hasta con 1 delantero más, básicamente dando a entender que él también inició el buen camino de este presente magnífico que hoy vive todo el país futbolístico a través del equipo de mayores.
Jaime Tulio Hernández "Paso e Reina" (izquierda arriba),
Yedinson Ned Flórez "Loquillo" (izquierda abajo) y
Raúl Mario Castaño "Crispeta" (derechaa).
Inmediatamente, recordé el Concurso Nacional de la Trova que hacía años atrás el programa Sábados Felices, donde durante un mes se disputaba el título nacional entre ocurrentes trovadores (todos paisas), que se retaban entre sí para medir su ingenio, tenacidad, gracia y rapidez armando coplas de temas que iban desde las suegras hasta las minifaldas. Justo en ese instante, vinieron a mi memoria apodos de juglares paisas como Minisicuí, Vitamina, Mazamorra, Pucheros, Caneca, Patillas, Manigueta, Paso e´ Reina, Gelatina, Gotera, Natilla, Frisoles, Carriel, Tapetusa, Corozo, Gorgojo, El Duende, Chorizo, Dinamita, Acelere, Crespo Loco, Vitorino, Galleta, Viruta, Culebro, Retoño, Fosforito, Crispeta, Condorito y Loquillo. Y la verdad, oyendo cada día a Bolillo, no me parece mala idea que él se inscriba también en el Festival Nacional de la Trova,  tiene grandes posibilidades para ganarlo, su apodo es jocoso, él es paisa, además ocurrente y hace más de 20 años aprendió como los otros trovadores a vivir del verso.

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