viernes, 26 de octubre de 2012

Los Fantasmas Del Caribe y Otros Seres Terroríficos

Tengo que confesar, que de las cosas que más me gustan después del fútbol, es el mundo paranormal, todo lo que me cuenten de fantasmas, espantos, aparecidos y seres del más allá es un raro placer en mi vida. Cuando era un niño, durante varias vacaciones que pasé en tierras opitas, mi abuela materna y la nana de mi mamá, me deleitaron contándome historias sobre seres legendarios y terroríficos propios de la zona, como El Poira, El Mohán, La Llorona (no confundir con Giovanni Hernández), La Candileja o El Teacher Berrío, que en su época de jugador e ídolo del Atlético Huila, tenía un look pavoroso también.

Aún hoy sigo disfrutando de cada nueva historia que me cuentan en cualquier parte del país sobre este tema tan espeluznante. Y ahora que estamos a solo días de una nueva conmemoración del Halloween, (celebración de origen irlandés, con una amplia tradición en países anglosajones  a los que además se suman México y Colombia), recordé con bastante pavor por mi memoria fotográfica, una serie de personajes del fútbol, que por su aspecto podrían hacer casting sin ningún problema en alguna nueva versión de Viernes 13, Pesadilla Sin Fin o Pandillas: Guerra y Paz.
Viernes 13: Legendaria saga de horror norteamericana.
Como siempre lo he dicho, el fútbol es tan grande que no solo es parte de la vida misma, sino que refleja todos los aspectos buenos o malos a los que nos enfrentamos como seres humanos, en esta oportunidad, hablando de seres sobrenaturales, no fue la excepción y sentí estremecimientos cuando vinieron a mi mente esas caras que asustarían incluso a Navarro Wolf.
Antonio Navarro Wolf , político (izquierda) y
Marcelino Rodríguez "Mandíbula" comediante (derecha).
Para poner un ejemplo, por el fútbol argentino ya han pasado seres misteriosos, el primero es el recordado Juan Ramón Verón, apodado justamente La Bruja, siendo además uno de los goleadores históricos de Estudiantes de La Plata, en Colombia pasó por Junior y Cúcuta Deportivo. Años más tarde, su hijo Juan Sebastián, fue apodado La Brujita y también dejó huella por su exquisita pegada y su innegable talento, jugó en Boca Juniors, Lazio, Manchester United, Inter de Milán, Chelsea, Parma y Sampdoria, pero es un ídolo máximo en Estudiantes de la Plata, club donde se inició y con el que tuvo sus mejores últimos años como jugador. Igual en Argentina no hubo solamente brujas, también se vio por muchos años a un ogro, el simpático delantero Cristian Fabianni, apodado así por su contextura gruesa y por un parecido con el querido personaje animado Shrek. El Ogro, pasó por Lanús, Newell´s Old Boys, River Plate, All Boys y por países como Chile, Rumania e Israel, actualmente milita en Independiente Rivadavia, equipo de la B Nacional.
"El Ogro" Fabianni (izquierda arriba), sus seguidores en River (izquierda abajo).
Juan Ramón y Juan Sebastián Verón (derecha).
Por otra parte, en Colombia muchos damos fe de haber visto a un fantasma en varios equipos de primera división, el alegre Orlando El Fantasma Ballesteros fue un delantero que marcó bastantes goles en equipos como Deportes Quindío, Bucaramanga, Junior, Millonarios, Envigado, Pereira y Uniautónoma. Y si bien Ballesteros asustó a muchos arqueros y defensas rivales, el fantasma que ya espantó a varios equipos grandes en el mundo, siendo uno de los seres a los que todos los hinchas sin importar equipo o nacionalidad tememos por igual es el fantasma de la B. A este ser aterrador ya lo padecieron con total angustia Juventus, América de Cali, Atlético de Madrid y River Plate, cuando perdieron la categoría en sus países y se fueron a segunda división. Sin embargo, yo no le tengo mucho miedo ni a Ballesteros, y actualmente tampoco al fantasma de la B, pero me daba pánico tener que ver en televisión a los Fantasmas del Caribe, una mezcla venezolana de Locomia y Menudo, que solo de recordarlos hace que la sangre se me congele.
"El Fantasma" Ballesteros (Izquierda arriba),  "El Fantasma de la B" (izquierda abajo).
Los Fantasmas del Caribe (derecha).
Pero como el campo del horror no es solo un tema de ogros, brujas y fantasmas, también me encontré con el árbitro mexicano Marco Antonio Rodríguez, un verdadero clon del conde Drácula, no solo por su peinado y su cara, sino porque cada vez que lo veo arbitrar un encuentro, siento profundo espanto con sus decisiones dentro de la cancha.
El "Drácula" del arbitraje mexicano, Marco Antonio Rodríguez
En Colombia, no podría dejar de mencionar en este especial de Halloween a una serie de queridos jugadores y ex jugadores que han hecho historia en el torneo local por años, pero que también se han posicionado dentro de nuestras mentes por sus particulares estereotipos físicos. La lista la encabeza Juan Carlos Henao conocido en sus inicios como El Murciélago, pero le siguen René Higuita, Leonel Álvarez, Orlando Terciopelo Rojas, Belmer Aguilar, Manuel Galarcio, Víctor El Chino Gonzáles Scott, Alberto Gamero, Jorge El Pelícano Banguero, Dayro Moreno, Rafael Robayo, Freddy El Totono Grisales y por supuesto Jairo El Viejo Patiño (ganador por 12 años seguidos del premio a la mejor máscara original).
Arriba de izquierda a derecha: "El Chino" Gonzalez Scott, Robayo, "Totono" y Henao.
Abajo de izquierda a derecha: Dayro, Galarcio, "El Viejo" Patiño e Higuita.
En todo caso, con los años, yo he empezado a enfrentar mis propios temores y con mucho tesón, he exorcizado a muchos de los adorables monstruos que a lo largo de mi vida, como hincha del fútbol, he conocido en las diversas canchas de la patria. Pero aún queda latente un personaje siniestro, que desgraciadamente no logro superar: El Hombre Lobo. Este espantoso espécimen puede aparecerse en cualquier lugar del país, siendo un ente casi omnipresente y eso es lo que lo hace tan oscuro. Puede ponerse ropa de marca y andar en carros de alta gama aunque ni siquiera sepa tutear, por eso mismo, cada noche rezo al cielo y suplico que no se cruce ningún hombre lobo en mí camino, la idea me aterra, pero pido a Dios que dado el caso, si llegara a toparme con este engendro, espero que justo ese día, en ese preciso momento, ese ser temible, al menos no esté usando un par de botas texanas.

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