viernes, 20 de abril de 2012

Pool McCarty, El Piscinero Billarista

Papá me enseñó desde pequeño, que la vida es más fácil si uno aprende a reírse de sus propios defectos. Tempranamente yo aprendí a reírme de los míos, también aprendí a reírme de los defectos de los demás, pero siendo honesto aprendí a hacerlo de una manera más profesional de los defectos del país.

Gracias a Dios a lo largo de los años en esta patria heterogénea, he sido testigo de curiosos acontecimientos, por ejemplo somos el único país del mundo en la historia que rechazó hacer un mundial de fútbol de mayores en 1986, el cual nos había sido otorgado por la FIFA desde 1974. Faltando un año, el gobierno del presidente Betancourt declinó el compromiso invocando falta de recursos y el certamen se reasignó a México quién si gozó con la magia de Maradona.

Lo bueno es que entre más años pasaron, más momentos delirantes viví por mi afición al fútbol colombiano. Me he encontrado con todo tipo de situaciones y de frases impensables como “Víctor (Hugo Aristizabal) es el mejor jugador del mundo sin balón”, del trovador y entrenador Antioqueño Hernán Darío Gómez; o “perder es ganar un poco” del filósofo y dentista Francisco Maturana; o “al equipo que cojamos mal parado lo goleamos” de la cabeza más brillante del futbol local, Javier Álvarez o la contundente “Yo soy mejor que Messi”, de Hugo Rodallega, jugador colombiano del Wigan Athletic quien en la actualidad y nuevamente está con ese equipo peleando por salvarse del descenso en la Premier League.

Pero, ¿Qué sería de la vida en este terruño sin las irrepetibles anécdotas que nos regalan a diario jugadores, entrenadores, directivos y periodistas? ¿Cómo olvidar deshonrosos recuerdos como el llamado Londrinazo en el preolímpico sub 23 de Brasil en el año 2.000? allí solo podíamos quedar eliminados del cuadrangular final perdiendo por cinco goles con Brasil en el último partido de la primera ronda y terminamos perdiendo 9-0 por poner suplentes al comienzo del encuentro!

Sin embargo cada año me regocijo más de ese tipo de anécdotas, les veo el lado amable y me río hasta dónde puedo de ellas; el 2011 me regaló un momento memorable, la FIFA le había otorgado la sede a Colombia para que acogiera el mundial sub 20, sin embargo la ceremonia inaugural fue uno de los eventos más graciosos que pude ver en toda mi vida. Aunque Barranquilla y el gobierno invirtieron cientos de millones de pesos en el evento, al momento de ejecutarlo en la cancha del estadio Metropolitano, el show fue un absoluto despropósito, bailarinas pasadas de peso que parecían empacadas al vacío corrieron sin dirección por toda la cancha, niños y saltimbanquis chocaban entre sí y para completar tal improvisación aparecieron cantando Jorge “Todas mis canciones son iguales” Celedón y Juan “No figuro ni a nivel nacional hace 20 años” Piña, quienes por más que fueran ídolos regionales no eran idóneos para un evento mundial. Explicaciones sobraron desde Barranquilla, pero el ridículo ya estaba dando la vuelta al mundo y una vez más, di gracias al cielo por ser testigo de ello.
Esbelta bailarina en la inauguración del mundial sub 20.
Para mi buena suerte, en enero de este año se destapó un escándalo entre dos ex árbitros del fútbol profesional colombiano, donde uno demandó al otro por cogerle el pito sin permiso, es decir por acosarlo sexualmente; a los medios de comunicación se les hizo agua la boca, la noticia creció y el país nuevamente fue la comidilla de la prensa deportiva del mundo. En medio del alboroto uno de los miembros del comité ejecutivo de la Federación Colombiana de Fútbol, el Sr. Álvaro González Alzate dijo conocer desde hacía mucho tiempo de rumores que aseguraban que prácticas homosexuales se relacionaban permanentemente con el arbitraje nacional, lo que agudizó la crisis. Días después en una entrevista el Sr. González aseveró que el homosexualismo era una enfermedad demostrada científicamente, que había que curarla y de paso seguir con las investigaciones para llegar hasta el fondo o mejor hasta el fundillo del asunto. La opinión pública se le vino encima al troglodita directivo quien tuvo que pedir excusas y desde entonces ya casi no habla.

Pero este suelo no se cansa de regalarnos chascarrillos, hace tan solo unos días se conoció la excelente noticia que el ex Beatle Sir Paul McCartney haría un concierto en Bogotá, lo que revolucionó las redes sociales por la importancia del recital en suelo capitalino. Un periodista llamado Jorge Bermúdez y a quién apodan El Patrón (como al futbolista), alguien que se jacta públicamente de ser amigo personal del Bolillo Gómez como si eso le diera más credibilidad y quien trabaja para RCN radio y Telmex, publicó en su cuenta de Twitter (@jorgebermudezh) lo siguiente: La tarima de Pool Mccarty no podrá estar sobre la cancha. Estará en la zona sur del Campin.”
Foto de Jorge Bermúdez en sus primeros años.
El comentario simplemente generó el colapso de la red social con toda clase de burlas por la pifiada escritura del nombre del músico británico y en pocos minutos el tema se volvió trending topic mundial. Todo tipo de preguntas surgieron entre los twitteros, ¿quién era ese Sr. Pool Mccarty? ¿Un imitador de Sir Paul en “Yo Me Llamo”? ¿El líder de un grupo tributo originario de Melgar? ¿Acaso era el nuevo presidente de la liga de billar? ¿O era un nuevo instructor extranjero del Acuaparque? Los cuestionamientos  cargados de acidez sobraron, se escribieron mensajes con reclamos a los organizadores del concierto porque si el que venía era Pool y no Paul, no tenían sentido prestar el estadio, ni mucho menos cobrar tan caras las boletas.

Es cierto que al comienzo todo fue muy gracioso con el impase, pero con el pasar de los minutos hubo indignación. Todos criticaron a Bermúdez por el craso error, pero aunque la ignorancia no es pecado, si lo es justificar obstinadamente las faltas propias. El Patrón se defendió alegando que él era un periodista deportivo y no de farándula, algo risible si se tiene en cuenta que solo buscando en google hubiera podido confirmar la correcta escritura del nombre de la estrella inglesa si es que tenía dudas al respecto, pero su argumentación fue tan pobre cómo las intervenciones de Andrés Marocco en ESPN o la interpretación del himno nacional de Shakira, pues al final se estaba hablando de un ex Beatle y no de los hermanos Monroy o del Sr. De Los Anillos: Pastor López. Anoche después de tanta especulación se presentó Sir Paul McCartney en el Campín, realizó un show histórico e impecable, pero los que esperábamos a Pool nos quedamos con las ganas de conocerlo.

Mentiría si digo que no me divierto con tantos desaciertos que pasan acá, también sería estúpido e insensato de mi parte generalizar negativamente a todos los periodistas, pues maestros como Hernán Peláez Restrepo merecen todo mi respeto y admiración, pero observando a otros comunicadores que nadan en su oscurantismo a diario como el Sr. Marocco, el Sr. Bermúdez o el Sr. Casale, solo restaría recordar la frase del desaparecido Jaime Garzón (Q.E.P.D.) cuando encarnando al lustra botas Heriberto De La Calle, su personaje más querido, afirmó: “ Ahora que ya soy periodista, voy a validar el bachillerato!”.

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